RESEÑA DE LA GALERÍA

Una vida frágil, una realidad apocalíptica, ahora la existencia se resume en sobrevivir a cualquier costo; como si estuviéramos en un estado de guerra permanente.
La sensación de tener la muerte cerca ha hecho que el miedo invada nuestras conductas, provocando una histeria en la supervivencia, en una sociedad inhumana.

Esta serie fotográfica retrata la evidencia de la llegada del coronavirus a la ciudad de Bogotá, específicamente a localidades con mayores índices de pobreza, como Usme, San Cristóbal, Santafé, Bosa, el barrio Egipto entre otras.
El gobierno local tomó ciertas medidas, una de ellas dar ayudas a las familias más vulnerables de las localidades que acabo de mencionar; la primordial, comida y algunos utensilios de aseo. Entregados en grandes jornadas distritales con un despliegue de personas muy grande.
Las imágenes nacieron en estas jornadas.
Pero mi interés es ver y comprender las sensaciones de las personas que viven en estos barrios y que reciben esos mercados; son personas invisibles, ajenas, olvidadas, prescindibles para algunos, casi inexistentes.
Carecen de información, no tienen acceso a nada; ni al conocimiento ni al entretenimiento, viven en otra realidad donde el tiempo se percibe de otro modo, al igual que la vida. Todo es lento, nada se acelera y tampoco disminuye.
La dignidad se convierte en un testigo; son personas llenas de miedo, de vergüenza prefieren no decir nada, contestan las preguntas que les hacen entre dientes con un tono de voz muy bajo, mirando hacia el piso.
Pero a la vez; estas personas tienen un valor incalculable, porque protegen la vida como lo más preciado que pueda existir, y lo entienden de esa manera. Encuentran valor en los más pequeños detalles, y defienden su territorio y su familia con todo lo que tienen.
Estas son sus historias.

UNA VENTANA LLENA DE PROMESAS

UNA MIRADA INVISIBLE

UN REFUGIO

SOLEDAD QUE DEBORA

REDENCIÓN

LA VIDA, UN ESTADO DE GUERRA

LA ESPERA

LA DIGNIDAD ES UN TESTIGO

CELINA

AUSENCIA

AISLADOS DEL TIEMPO