La luz es paradójica, es gran conocedora del tiempo; se transforma constantemente por todo universo. Se oculta, expande, emite, refleja y omite.

Esclarece la ausencia, evidencia la presencia.

Tengo el deseo un de encontrarme en el tiempo y mi memoria; lo que está profundamente oculto, a mis espaldas, en medio del silencio que desprende una necesidad absoluta de acumular lo inolvidable.

La luz no clarifica,

Sino que es la demostración de una imposibilidad

De mirar a través de la claridad.

Una tristeza, una especie de vacío,

De pérdida; una herida profunda

Que busca constantemente resolverse.

Quiero entrar en mi memoria, en mis recuerdos, esos que tengo ocultos que se han ido transformando en pequeñas esquirlas en diminutos fragmentos. Vagas imágenes, son umbrales temporales a los que puedo acceder y con ellos construir una historia, un relato, una ficción. Recopilar toda esa información para crear un archivo visual, poético, efímero, contemplativo, profundo, existencial.

EL ahora es ese límite extremo del pasado; en él no hay nada del futuro, y es también el límite extremo del futuro y en él no hay

nada del pasado. El ahora no es una parte del tiempo, tampoco un pedazo, y tampoco es el presente. Él ahora es el lugar donde la experiencia se prolonga; es una sensación en la que no hay temporalidad específica.

BENJAMIN

LA AUSENCIA DE AURORA

LA ESPERA DE ALBA

LO QUE FUE

PRESENCIA DE OTRO

TIENDA DE TIEMPO

PENUBRA ROJA